Son estructuras de contenido líquido que crecen en los ovarios. Pueden ser de distintos tipos por lo que su identificación y adecuado estudio siempre es muy importante.

Generalmente se diagnostican mediante ecografías, pudiendo ser necesarios valorarlos también con marcadores tumorales.

Será importante establecer características de tamaño, número, presencia o no de tabiques y bilateralidad entre otras informaciones necesarias para definir la conducta.

Su tratamiento es sencillo empleando la laparoscopia para su extirpación, por esta razón está mundialmente aceptado el uso de la cirugía laparoscópica como método de elección para el tratamiento de los quistes de ovario.